Aluvión de la sangre,
pulso de rebeldía,
milagro alucinado
y orilla de poesía.
Obstinada cadencia,
plenitud ascendente,
razón definitiva
valerosa y ardiente.
Torrencial arrebato
de aurora intransferible,
de lírico reclamo
que busca lo imposible.
Murmurio entre las piedras
brotando sin esfuerzo,
pedazo de infinito
corporizado en versos…